viernes, julio 06, 2007

LO QUE VALE ES LA PALABRA

El valor de una palabra dada en unas circunstancias concretas pueden tener valor hasta de ley y más cuando la persona que la da está situada en el escalón político máximo de una ciudad, con lo cual si la palabra dada no es cumplida ésta pierde más valor, y así se valora al que la dio muy negativamente como persona y como dirigente.
El 24 de octubre de 2005, en dependencias del Ayuntamiento de Puerto Real, se reunieron importantes personas para tratar un tema que algunos ciudadanos en su condición de radioaficionados de esta ciudad les preocupaba para ellos y para el general de la ciudadanía. Es la implantación del sistema llamado PLC (Internet a través del enchufe) que lo suministra la empresa Epresa, el cual produce interferencia elevadas en las bandas que los radioaficionados tienen asignadas y pagan su canon, en dicha reunión se llegaron a diversos acuerdos de los cuales, como he dicho, ninguno se han cumplido.
En dicha reunión se acordó también que radioaficionados y Ayuntamiento se esforzaran en adelante en utilizar el dialogo como medio para solucionar los problemas derivados de la implantación del PLC.
Los radioaficionados hemos cumplido durante estos años dirigiéndonos individualmente y colectivamente a la empresa para darles a conocer los problemas de interferencias que su sistema producía, la empresa no ha hecho lo mismo para darnos a conocer realmente sus avances en solucionar estas interferencias, sino que han estado dando largas o información no real de sus posibles avances para solucionar estas interferencias, que no sólo afecta en estos momentos a los radioaficionados sino que pronto se derivara a la ciudadanía en general .
Todos estos hechos reafirman en lo puesto en el encabezamiento de este escrito de que las palabras pierden su valor cuando es fácil decirla para rellenar páginas informativas, pero difíciles de cumplir aunque le cueste al que la dio credibilidad como político y como persona.
Decir como coletilla que la ayuda recibida por grupos políticos o sociales no es que ha sido poca si no que ha sido nula.
En definitiva el que dio la palabra se esta cachondeándose de este grupo de radioaficionados como de tantas cosas, nosotros como radioaficionados no le damos ni rédito político ni somos un poder social o políticos que le intimide para conseguir sus fines políticos, somos eso si un colectivo que ha hecho a través de los años y hará por los ciudadanos de todo el mundo más que algunos grupos sociales o políticos que airean a los cuatro vientos sus acciones en favor de los ciudadanos y lo hacen en circunstancias muy variadas pero principalmente en momentos de campaña electoral cosa que nosotros no hacemos.

Texto escrito en nota de Prensa por: José Antonio Feria Hernández. Puerto Real.

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